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Arquitectos: EovaStudio
- Área: 2575 m²
- Año: 2022
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Fotografías:Fernando Alda
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Proveedores: Adobe Systems Incorporated, Andreu Barberá, Assa Abloy, AutoDesk, Incoperfil, Macalloy, Trimble Navigation
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Situada en Monesterio, en la comarca de Tentudía -entre Andalucía y Extremadura- se encuentra la Hacienda Los Acepados, una antigua hacienda construida a finales del siglo XIX, que emerge de un bello e infinito paraje de alcornocales y olivares ecológicos de montaña.
Con la intención de recuperar la vida y actividad de esta edificación, que originalmente se destinaba a la explotación agrícola y ganadera de la finca, los propietarios deciden rehabilitar la hacienda familiar para recuperar su belleza arquitectónica e integrarla en el paisaje.
Los objetivos de la reforma son disfrutar la hacienda de forma privada y convertirla en alojamiento rural, ya que sus características arquitectónicas, su estructura y materiales, respetan las particularidades propias de las tipologías tradicionales de la zona, integrando la construcción en el entorno en natural el que se encuentra.
El paisaje y sus colores naturales como fuente de inspiración, incorporados mediante revestimientos de cerámica esmaltada artesanal, trasladarán a los diferentes espacios los tonos provenientes de las hojas de los arboles, del aceite de oliva, de las uvas y el vino, de las bellotas y el corcho, la miel silvestre o las flores de los árboles frutales, transformándose de este modo en la principal fuente de riqueza y esencia generadora de todos los ambientes.
La recuperación de la baldosa hidráulica original y de las losas de barro existentes, añadiendo otras nuevas de los mismos materiales, junto con los revestimientos de cerámica esmaltada en mosaico, constituyen la paleta de texturas y dibujos con los que se realiza la composición final del proyecto.
La tipología del inmueble, propia de la edificación rural de la región, con muros de carga de fábrica de ladrillo y cubierta inclinada de teja cerámica, destaca por la rotundida de su estructura y organización. Por ello se mantiene el lenguaje, composición y materiales, reinterpretándolos a un lenguaje contemporáneo y acorde al uso al que se destina la reforma.
El edificio se desarrolla en torno a un gran patio central de composición tradicional, donde la presencia del agua mediante una fuente hexagonal hace posible crear un ambiente relajado e íntimo rodeado de vegetación. La gran dimensión del patio permite el soleamiento directo de todas las estancias adyacentes, mientras que por la noche una tenue iluminación, oculta entre la vegetación, aporta calidez y misterio al espacio.
El conjunto alberga en el interior de su recinto vallado jardines privados y espacios abiertos al paisaje, entre los que destacan una piscina a modo de alberca rodeada de árboles y plantas aromáticas del lugar. La vegetación, unida a elementos artificiales como la pérgola y la fuente cerámica lineal, aportan frescor y sombra al conjunto, creando un ambiente agradable de reunión y encuentro dentro de la hacienda.